El presidente regional, Ignacio González, ha urgido a modificar el sistema de financiación autonómica, que es “injusto y discriminatorio con Madrid”, por un modelo en el que todas las Comunidades Autónomas contribuyan, incluidas País Vasco y Navarra, que no lo hacen. Si estas dos regiones aportasen con los mismos criterios, contribuirían con 3.200 millones a “hacer un país más equilibrado, más solidario, y un sistema de financiación más justo”.

Estas declaraciones las ha hecho en una conferencia en el Club Siglo XXI, en la que ha desgranado las líneas básicas que considera debe tener el nuevo modelo de financiación autonómica, cuatro días antes de que cumpla el plazo para que las comunidades remitan al Ministerio de Hacienda sus evaluaciones del sistema. El presidente madrileño rechaza la financiación “a la carta” que defiende Cataluña, ya que “España no puede permitirse que el 30% del total de su economía (que suman esta CCAA, País Vasco y Navarra) quede al margen de la redistribución y la solidaridad entre todos”.

Para González, el nuevo modelo de financiación debe ser transparente y claro, reconocer al 100% de los madrileños, respetar e incentivar la capacidad fiscal de las CCAA, garantizar la solidaridad entre españoles y la equidad para que los que más aportan no reciban en ningún caso menos de la media de lo que reciben por habitante el resto de regiones españolas, como ocurre ahora con la Comunidad de Madrid, que ha perdido 2.473 millones como media anual en los últimos cinco años.

En este sentido, advierte que el actual sistema no reconoce a 350.000 madrileños a efecto de financiar servicios, y en el caso de la Sanidad, a más de 600.000 e incluso “castiga al que más se esfuerza y penaliza a los que más prosperan económicamente”. Así, afirma González, “aunque Madrid está muy orgullosa de ser la región más solidaria, no comparte los discursos identitarios que pretenden un trato diferenciado a base de datos sacados de contexto, cuando no falsos”.

Ha incidido en que “es injusto que a los madrileños se les siga pidiendo sacrificios sin recibir los recursos a los que tienen derecho” y ha pedido al Ministerio de Hacienda la publicación de las Balanzas Fiscales, de manera transparente, para saber cuánto ingresa y cuánto gasta cada comunidad. Con el modelo de análisis coste-beneficio aceptado por los técnicos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, la Comunidad  presenta un saldo de balanza fiscal negativo en 12.882 millones, es decir los madrileños aportan 12.882 millones más de lo que reciben.

“Cataluña también tendría un saldo negativo, pero el de Madrid es un 36% mayor, ya que recibimos 3.566 millones menos. Si lo comparamos con otras regiones, Andalucía tiene un saldo positivo de 7.594 millones y lo curioso es que País Vasco (de 3.138 ) y Navarra ( de 618)—dos de las comunidades autónomas más prósperas de España- también lo tienen”, advierte el presidente regional.

En su intervención también ha reflexionado sobre la actual situación de España y de Madrid, y los resultados que ya están dando las políticas del Partido Popular para hacer frente a la crisis y advirtió de la formación de un tripartito en la Comunidad en el que UPYD se alía con PSOE e IU para oponerse a todas las medidas impulsadas por el Gobierno regional que favorecen objetivamente a todos los ciudadanos.

Resultados de las políticas del PP

En su repaso a la actualidad, González destaca que con Rajoy en La Moncloa, España ha evitado el rescate, ha salido de la recesión y ha empezado a crecer y a generar empleo. Y dentro de la crisis, Madrid está mejor que el resto de comunidades, gracias a las políticas impulsadas por el Gobierno regional, “sin ninguna ayuda de la oposición, y por el gran esfuerzo que han hecho los madrileños”, afirma.

A su juicio, mientras hoy hay regiones que siguen con el despilfarro, mantienen empresas públicas de difícil justificación o gastan el dinero de todos en aventuras soberanistas que no llevan a ninguna parte, la Comunidad de Madrid apuesta por sus políticas liberalizadoras, desregula, elimina burocracia, reduce estructuras y gastos no prioritarios, y baja impuestos.

“El Partido Popular ha demostrado que cuando no se oprime el poder adquisitivo de familias y empresas a través de impuestos excesivos, el consumo y la inversión aumentan, y el empleo y la prosperidad se instalan en nuestra sociedad. No hacer una reforma fiscal conforme a esos principios y sobre estas bases, supondría un paso atrás en la salida de la crisis, y, lo que es peor, defraudaría gravemente la confianza, ya dañada, en nuestro partido y en nuestro Gobierno”, subraya.